El nombre propio es la palabra más importante para los niños y niñas de estas edades, debido a que se encuentran en una etapa en la que todavía predomina el egocentrismo.
Es la manera más significativa y cercana de introducirles en la lectoescritura. Les causa una gran motivación descubrir las letras de su nombre, escuchar como sus sonidos, observarlas y sorprenderse cuando descubre sus letras en otros nombres de compañeras y compañeros o de sus familiares. Este trimestre hemos realizando muchas actividades relacionados con esto, mezclándolo con otros aprendizajes para trabajar de manera globalizadora.